La universidad necesitaba un sistema de cartelería digital donde poder difundir comunicados, horarios, seminarios de una manera moderna ágil y mostrando siempre información permanentemente actualizada. Tenían un problema importante al solaparse la información.
Se decidió equipar diferentes edificios del campus con pantallas de 42” en las zonas comunes donde habitualmente hay mayor número de alumnos con el fin de llegar a la mayor parte de los estudiantes. Se optó por la instalación de los monitores en soportes de pared a una altura importante con el fin de evitar daños en el producto.
Es fácil llegar con información rápida y actualizada tanto a alumnos como profesorado. Se evita la cartelería tradicional que a la larga era más cara y menos eficaz incluso dando informaciones contradictorias y eventos fuera de plazo.